Overblog
Edit post Seguir este blog Administration + Create my blog
11 noviembre 2013 1 11 /11 /noviembre /2013 20:33

Acabo de llegar de una reunión de expertos sobre depuración de aguas residuales. La verdad es que no sé nada sobre el tema, por lo que mi presencia allí, obviamente, no era en condición de experto sino en la contraria, en la de ignorante. Nos explican, o me parece entender, que nos están cobrando un canon de depuración de aguas cuando en muchos lugares ni siquiera se depura el agua, lo que les sirve para financiar de esta forma a unas sobredimensionadas depuradoras que trabajan al 20% de su capacidad, porque el negocio, parece ser, que estaba precisamente en su construcción excesiva. Lo mismo de siempre pero en versión pseudo-ecológica, que siempre nos la tragamos mejor y nos alivia contribuir a una buena causa.

 

En definitiva, pagamos por lo que no recibimos pero a los que gestionan el tema parece darles igual; hay que mantener el compromiso con las grandes constructoras que abrieron sus Divisiones internas para explotar el negocio del agua y la privatización encubierta del grifo de tu casa o de la limpieza de los ríos.

 

Normalmente escribo de lo que conozco y me siento seguro afirmando o negando lo que leéis en estas líneas porque al fin y al cabo  lo hago sobre mis “temas”. Sin duda puedo estar equivocado en ellos pero argumento con cierta seguridad. ¿Es esto lo habitual en nuestras vidas? ¿Es más lo que ignoramos  que lo que conocemos? ¿Estamos preparados para acercarnos a  la realidad o preferimos vivir el sueño de la vida inconsciente? ¿Soy más feliz sin saberlo? Estas preguntas me hacía a mi mismo mientras oía como, de lo que decían los expertos, nos están tomando el pelo a base de bien en algo que desconocía. ¿En esto también? ¿Los ciudadanos somos algo más que el filón en el que se asienta el negocio del engaño? Y yo que vivía tan tranquilo y ahora me entero de esto. Casi dormimos mejor sin saber nada….

 

Esta es la época de los grandes descubrimientos pero cada uno de ellos deja una huella de desazón en el espíritu ciudadano. Somos tontos, lo saben y se recrean en ello. ¿Y si nos ponemos un cartel? NO SOY TONTO. Pero lo somos, no podemos saber de todo y a la vuelta de la esquina ya nos han engañado.

 

Esa es la cuestión; lo que yo llamo la tonteria eventual. La tontería eventual es la posibilidad cierta de que intuyamos que nos estén tomando el pelo,  de que con total impunidad nos estén considerando tontos o ignorantes, por lo que preferimos no pensar mucho en ello, mirar para otro lado y  no saber más del tema. Sabemos que lo podemos ser, pero mejor no pensar en ello. El problema auténtico es descubrirlo.

 

Algo así como lo siguiente; todos sabemos que las compañías de teléfonos móviles nos engañan; no sabemos cómo lo hacen a ciencia cierta, pero presentimos que nos engañan cuando contratamos sus tarifas. Imaginemos que un buen día descubrimos en la factura  de nuestro teléfono que por la misma llamada en ocasiones nos cobran dos veces. ¿Qué horror? ¿Qué hacemos? No nos queda más remedio que protestar. Una cosa es que intuyamos que nos engañan y otra es descubrirlo. Cuando lo descubrimos no nos queda más remedio que actuar y actuar cansa.

 

La pregunta actual es esa. ¿Preferimos seguir siendo “tontos eventuales”? ¿Estamos dispuestos a saber, a conocer, a entender y, si así lo hacemos, a descubrir la verdad de nuestra ceguera y de nuestra ignorancia? ¿Estamos dispuestos a luchar o a seguir siendo unos dóciles súbditos de la tontería?

 

Creo, y no sé si estaréis de acuerdo conmigo, que hemos vivido unos años de bonanza y de autocomplacencia que han domesticado nuestro inconformismo racial. Si nuestros abuelos se levantarán de sus tumbas se volvían a ellas prefiriendo su ignorancia a nuestro amansamiento indulgente. Espero que llegué el momento en el que los ciudadanos, la mayoría de nosotros digamos eso de "hasta aquí hemos llegado", y nos convirtamos en los garantes de nuestra honestidad…. porque para la de “ellos” ya no hay remedio, es demasiado tarde. Hay que cambiarlos y no permitirles ni una más.

 

La vida no es como nos la dan, es como la recibimos.  Aunque nada cambie a nuestro alrededor, si somos capaces de cambiar nosotros, todo lo habrá hecho. La lucha por el cambio nunca es una batalla perdida, la que se pierde es la que nunca empieza.

 

Es nuestra oportunidad, aprovechadla. Torres más altas han caído que las de nuestro aburguesamiento.

 

 

Compartir este post
Repost0

Comentarios

A
Como siempre fantastico RAUL:<br /> <br /> Yo solo digo que aqui no van a venir a nuestra casa a ayudarnos, debemos nosotros de empezar por movernos, y ir dando nuestra opinión y que la gente vea que no hay que aguantar,que el pueblo unido<br /> jamas será vencido, junto podemos
Responder
R
<br /> <br /> Así es Ana; esperemos que poco a poco vayamos pensando en algo más que en lo habitual de nuestra sociedad hasta hace poco complacida.<br /> <br /> <br /> <br />
F
Hola Raúl, no puedo más que darte la enhorabuena por todo lo que escribes(y lo bien que lo escribes). Saludos.
Responder
R
<br /> <br /> Gracias Fernando. El lujo es tener lectores como los que yo tengo y estar a su altura. Un abrazo.<br /> <br /> <br /> <br />